lunes, 7 de mayo de 2012

Debate evidencio los verdaderos propósitos de Peña Nieto

El debate entre los candidatos a la Presidencia de la República organizado el día de ayer por el IFE dejó al descubierto que el único propósito de Enrique Peña Nieto para ganar la presidencia de la República es la privatización de Petróleos Mexicanos y la entrega del sector energético de nuestro país a inversionistas extranjeros por medio de las reformas en la materia que Felipe Calderón Hinojosa no pudo sacar adelante durante su sexenio.

Dicho encuentro también dejó en evidencia que lo que Peña Nieto llamó una “reforma hacendaria”, en caso de darse, no sería más que una miscelánea que permitirá a los grandes empresarios del país mantener los privilegios fiscales que hasta ahora tienen, que no sienta las bases para ampliar la base tributaria que afecta a las pequeñas y medianas empresas y la redistribución del ingreso, y que mucho menos ofrece alternativas para solucionar el problema de la informalidad y la falta de empleos que tanto afecta la competitividad del país.

Gracias a las denuncias hechas por Andrés Manuel López Obrador, los mexicanos y las mexicanas pudimos conocer que la campaña de Peña Nieto siempre ha estado sustentada en los millonarios contratos que el ex gobernador le ha dado a las grandes televisoras para la promoción de su candidatura y que, en caso de ganar la presidencia, el pago por los favores recibidos será la cancelación de la posibilidad de contar al menos con una tercera cadena nacional de televisión, a la que se niegan tanto televisa como Televisión Azteca .

A pesar de que lo que pretendió ser un espacio para exponer los proyectos de nación estuvo muy lejos de convertirse en un verdadero intercambio de ideas entre los cuatro aspirantes, quienes siguieron el debate por televisión, radio o las redes sociales constataron que la propuesta de Peña Nieto es que los monopolios sigan concentrados en unas cuantas manos y que la apertura y la competitividad en sectores claves para el desarrollo de la economía del país sean simplemente una bonita frase de campaña.

El modelo de debate que vimos ayer afectó el desempeño de todos los participantes, incluso el de Enrique Peña Nieto, aspirante para el que fue diseñado pero cuya rigidez resultó contraproducente para su causa, pues evidenció que su propuesta persigue la continuidad del nefasto modelo de país propuesto por el PAN, basado en mayor violencia para contener al crimen organizado y completamente alejada de las verdaderas necesidades de la gente a las que quiere condenar a mayores niveles de pobreza que en los que actualmente se encuentran sumidos.

Las críticas que se hicieron al formato del debate, en el sentido de que éste no permite el libre intercambio de ideas y la ampliación de las principales propuestas de los contendientes, deben ser tomadas en cuenta para el siguiente debate, pues ello permitirá desnudar por completo la farsa que representa Enrique Peña Nieto de cara a las elecciones del próximo 1 de julio.



A T E N T A M E N T E
Hortensia Aragón Castillo
Coordinadora Nacional
Foro Nuevo Sol-PRD

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