México, D.F; 29 de marzo de 2012
A pesar de los muchos errores y desaciertos cometidos a lo largo de su sexenio, Felipe Calderón Hinojosa todavía se encuentra a tiempo de retirarse de su encargo de manera digna y de no pasar a la historia como un mandatario más que prefirió olvidarse de su investidura como Jefe del Poder Ejecutivo para convertirse en un activo y descarado promotor de la candidata de su partido a la Presidencial de la República.
Para lograrlo, el panista debe sacar inmediatamente las manos que tiene metidas en el proceso electoral, tal como lo muestran el excesivo gasto publicitario que su gobierno ha hecho en los últimos meses para promover supuestos logros gubernamentales, así como su irrefrenable tendencia a promoverse –como lo hizo ayer en el Auditorio Nacional- y a promover mediáticamente a Josefina Vázquez Mota en plena veda electoral, actos ilegales que las autoridades electorales salomónicamente prefirieron omitir.
Por el bien del proceso electoral que ya se encuentra en marcha y que el día de mañana arranca su etapa definitoria, Felipe Calderón debería hacer a un lado sus ansias de protagonismo y dejar que sean los mexicanos y las mexicanas quienes de manera libre elijan a quien debe ser el próximo presidente -hombre o mujer- de nuestro país, pues su indebida intromisión no ayudaría a sacar adelante un proceso que no se encuentra exento de la presión que los poderes fácticos buscarán ejercer en la contienda, dados los vacíos que subyacen en la actual ley electoral.
Tal como quedó en claro tras la presentación del ilegal mensaje que se ofreció ayer a los miembros del gabinete federal en el Auditorio Nacional, el sexenio de Felipe Calderón ha llegado a su fin, pero lo último que nuestra nación necesita es que desde la Presidencia de la República se volver a polarizar a la sociedad por medio de guerra sucia y el uso ilegal de recursos federales en favor de la campaña de la candidata oficial.
DEMOCRACIA YA, PATRIA PARA TODAS Y TODOS
Vladimir Aguilar García
Secretario de Planeación
Partido de la Revolución Democrática
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