Se
observó que la paraestatal ha recurrido a este tipo de operaciones
utilizando intermediarios como los vehículos financieros que tienen un
domicilio fiscal en el extranjero y como consecuencia, no rinden cuentas
a la Federación
La
compra de acciones de Repsol, YPF, no reportó beneficios para Pemex en
el incremento de los volúmenes de producción de hidrocarburos, aumento
de reservas o incluso transferencia de tecnología, como lo llegó a
explicar el organismo en la última compra de acciones de 2011, según se
desprende del análisis de la Cuenta Pública de 2010, aseguró la diputada
federal Esthela Damián Peralta.
Por el contrario, dijo, la operación de deuda sí implicó un costo financiero para el organismo, cuyo monto tuvo que reestructurar antes de su vencimiento previsto para enero de 2011.
La presidenta de la Comisión de Vigilancia de la ASF, recordó que Pemex realizó la compra de acciones a la empresa petrolera española Repsol, YPF, por 4.8% de su capital social, adquisición que obtuvo entre 1990 y 1992, y que ha utilizado principalmente en el mercado de instrumentos financieros para respaldar operaciones de deuda en el mercado internacional.
Detalló que dicha operación se realizó utilizando la figura del vehículo financiero RepCon Lux, extinguido en julio de 2009 posterior a la cancelación del esquema y con domicilio jurídico y fiscal en Luxemburgo, para intercambiar un bono de deuda por mil 307 millones de dólares por acciones de Repsol, derivados financieros con swaps. De esta manera, Pemex garantizó el pago del capital e intereses a las instituciones acreedoras.
El nuevo esquema de refinanciación significó la cancelación del swap y la adquisición de cuatro swaps de activos por 1,453.6 millones de dólares, que implicó mantener los derechos de las acciones.
Los términos del acuerdo Pemex-Sacyr se mantienen vigentes y en septiembre de 2011 la paraestatal incrementó su participación a 9.8% del capital social de Repsol, mediante la intermediación de PMI Holdings BV, otro vehículo financiero, ubicado en las Antillas Holandesas, que tampoco rinde cuentas a la Federación.
La cancelación del acuerdo entre Pemex y Sacyr, respecto de la posición accionaria y sus implicaciones en Repsol, YPF, fue realizada en la tercera semana de diciembre de 2011. Al respecto, se consideró necesario que Pemex informe en qué términos se canceló el acuerdo y si hubo una indemnización como se señaló que estaba prevista en el contrato.
Adicionalmente, señaló que Pemex ha recurrido a este tipo de operaciones utilizando intermediarios como los vehículos financieros que tienen un domicilio fiscal en el extranjero y como consecuencia, no rinden cuentas a la Federación.
Estas operaciones tienen implícitas transacciones con instrumentos derivados (swaps de activos) que como se sabe, es para garantizar pago de obligaciones de deuda.
Aseveró que es conveniente que la fiscalización superior realice revisiones a la paraestatal para cuantificar la magnitud de las operaciones con instrumentos derivados: coberturas petroleras, swaps de activos, compra-venta de opciones, entre otras.
Su magnitud podría ser relevante y se desconoce si estas operaciones están generando una pérdida financiera para Pemex. Debido a la crisis financiera internacional de 2008-2009, estos instrumentos se vieron expuestos a riesgos y pérdidas considerables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario