En una nueva actitud, AMLO ha
planteado en el debate, la necesidad de ese pacto como condición para superar
los grandes y complejos problemas del país.
Durante el primer
debate presidencial, el candidato de la coalición Movimiento Progresista,
Andrés Manuel López Obrador, describió con más detalle lo que significa un
cambio verdadero, ello en contraposición a la propuesta ofertada por el PRI o a
la continuidad que representa el PAN y su candidata.
El cambio verdadero, expuso AMLO, es serenar
al país con justicia y con trabajo, sobre todo para los jóvenes, muchos de los
cuales ahora robustecen las filas de la delincuencia. En el fondo de esta
visión, se encuentra un cambio de estrategia política para superar
estructuralmente las causas de la creciente pobreza y desde luego, de la
inseguridad y violencia que la acompañan. Se trata básicamente de poner énfasis
en las acciones preventivas que a su vez, requieren de nuevas concepciones
acerca de las responsabilidades del Estado mexicano, de sus funciones, de sus
obligaciones. En realidad, un cambio verdadero, significa una profunda Reforma
Política que construya un nuevo entramado constitucional y legal del Estado
nacional.
Algunas de las propuestas que el candidato
del PRD a la Presidencia de la República presentó con este sentido, se
encuentran enfocadas, por ejemplo, a los cambios de fondo del sistema
educativo. AMLO expuso la necesidad de hacer efectivo el derecho humano
fundamental a la educación y en consecuencia, a lograr que el Estado garantice
para todas y todos los niños y los jóvenes, su ingreso a la educación pública;
lo que conlleva necesariamente, facilidades y condiciones como becas a los
educandos de menores recursos.
Pero el candidato de las izquierdas no se
quedó en el sólo ingreso a las aulas, sino más allá de ello, garantizar
educación de calidad. A principios del siglo XXI, se obliga al acceso y uso de
las herramientas modernas de la enseñanza como el internet. La Reforma
Educativa es, sin duda, la gran reforma estructural que más necesita el país
para salir del subdesarrollo y del atraso.
En otro sentido, pero igualmente enmarcado en
atacar las causas y no sólo los efectos, AMLO expuso que un gobierno
verdaderamente progresista tiene que tener un enfoque sustentable a cualquier
propósito de desarrollo. Desarrollo sustentable en términos de proteger el
medio ambiente; sustentable en términos de garantizar progreso equitativo;
sustentable en términos de un crecimiento de nuestra economía que posibilite la
creación de millones de nuevos empleos, en fin, desarrollo sustentable en
términos, sobre todo, de garantizar bienestar para la gran mayoría de las y los
mexicanos.
Desde hace tiempo, hemos venido considerando
que para terminar el estancamiento de nuestra economía y la inequidad social
que trae aparejada, es indispensable la concreción de un nuevo pacto nacional
entre el gobierno, las fuerzas políticas, los empresarios y los trabajadores. A
esta propuesta siempre se le anteponen argumentos falaces, los cuales encubren
intereses particulares de grupos económicos o políticos.
En una nueva actitud, AMLO ha planteado en el
debate, la necesidad de ese pacto como condición para superar los grandes y
complejos problemas del país.
No desmerezco otras propuestas planteadas por
los otros candidatos, pero su materialización obliga a reconsiderar el
contenido de nuestro quehacer político; a replantearnos que ningún cambio será
posible si no hay conciliación en lo fundamental. Para eso debiera servir el
acuerdo que AMLO ha propuesto a los otros candidatos y al país en su conjunto.
México requiere que el próximo gobierno tenga
la voluntad de catalizar un acuerdo nacional para una reforma profunda e
integral del Estado, paralela a la aplicación de un modelo económico
alternativo que logre el consenso de los actores políticos, económicos y
sociales.
*Ex presidente del PRD
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