La
diputada federal Esthela Damián Peralta informó que de acuerdo al
análisis de la Cuenta Pública 2010, la reorientación de la producción de
drogas en México podría aumentar la violencia en las plazas controladas
por la delincuencia organizada.
Dijo
que un informe de la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Cámara
de Diputados, advierte que de mantenerse a la baja la oferta de tierra
dedicada a la producción de marihuana en el país, habrá una
reorientación de la producción hacia las drogas sintéticas para su venta
en Estados Unidos y Europa.
Aseguró
que lo anterior podría ocasionar que se busque comercializar un mayor
número de drogas no sintéticas en territorio nacional, aumentando la
violencia en las plazas que controla el crimen organizado. Asimismo,
expuso que internacionalmente se reconoce que estupefacientes como la
marihuana y la cocaína, están siendo desplazadas gradualmente por las
drogas sintéticas.
A
su vez, afirmó que una disminución del ingreso por concepto de cocaína
puede provocar la radicalización de mecanismos de control sobre las
plazas aseguradas, lo que sin duda incrementaría la violencia. Según el
Departamento de Justicia de Estados Unidos, las organizaciones mexicanas
que trafican la cocaína hacia esa nación están fuertemente involucradas
desde su producción en Colombia hasta su comercialización en el vecino
país del norte, a través de las bandas delincuenciales locales.
La
presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la
Federación, indicó que en materia de narcotráfico, conforme a los
indicadores internacionales de la Oficina de Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito (UNODC) en 2009, entre 172 y 250 millones de personas
de todo el mundo consumieron sustancias ilícitas además de que entre 18 y
38 millones eran dependientes de las mismas.
Reveló
que por tipo de droga a nivel mundial, la marihuana es el enervante de
mayor consumo con 203 millones de personas, seguido de los estimulantes
de tipo anfetamínico; en términos de consumo, los mayores mercados del
mundo son: América del Norte, Oceanía y Europa Occidental, para la
marihuana; América del Norte y algunas partes de Europa Occidental, para
la cocaína; y Sur-Este de Asia y Europa occidental, para los opiáceos.
En
el caso de México, señaló que de la última Encuesta Nacional contra las
Adicciones, se desprende un aumento en el consumo de drogas ilegales
del 4.6% del total de los encuestados en 2002, a 5.2% en 2008; se
consume en mayor medida la marihuana y la cocaína, ésta última fue usada
por el doble de personas al pasar de 1.2%, en 2002, a 2.4% en 2008.
Finalmente,
afirmó que la presentación de denuncias radicadas en la Procuraduría
General República (PGR) por la probable comisión de delitos contra la
salud observó una tendencia a la alza, al pasar de 27.9 por cada 100 mil
habitantes en 2004 a 59 por cada 100 mil habitantes en 2009, un
incremento de 2.11 veces en ese periodo. Cabe mencionar que ese año los
delitos contra la salud representaron el 52% de total de ilícitos
federales denunciados.
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