INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO DEL PRD FELICIANO ROSENDO MARÍN DÍAZ, EN EL HOMENAJE A EDUARDO VALLE, EL BÚHO.
Buenos días a todas, a todos.
Primero, agradezco a José Luis (Hernández Jiménez) que haya pensado en mí para formular y construir este homenaje.
Particularmente,
le tengo, le tuve un particular aprecio a Eduardo Valle por dos o tres
asuntos que me pasaron muy joven. Me afilié al Partido Mexicano de los
Trabajadores a los 16 años y para afiliarse al partido, se requería la
cédula de afiliación, yo tenía 16, no me iban a dar mi cédula, así que
fui al comité estatal del DF, él era presidente, en ese entonces, del
PMT en el DF y así como era, le dijo a la compañera que hacía funciones
de secretaria, que me afiliara y que yo tenía los derechos de cualquier
militante.
Me
acuerdo también del número de mi credencial: 7272. A partir de ahí,
formalmente, porque antes lo hacía, pero sin reconocimiento alguno, fui
miembro del Partido Mexicano de los Trabajadores.
Otra
de las cuestiones por las que yo le tengo un agradecimiento profundo, y
aún más que lo de la afiliación, es la que se refiere, a que, bueno, el
partido se metía en 20 embrollos. Alguna vez se les ocurrió comprar una
librería, allá por el sur de la ciudad. El partido se aventó a la
aventura, y entre otros de los que mandaron a ver ese asunto, fue a mí.
Era
un perfecto fiasco esa librería, nunca funcionó, pero era una librería
que tenía verdaderas joyas literarias y libros extraordinarios y El Búho se pasaba todas las mañanas, durante la existencia de esa librería, por ahí.
En
esas pláticas, a fuerza de estarle insistiendo, de estarle señalando,
pidiéndole, me hizo una lista de libros que tenía que leer
obligadamente. Recuerdo muy bien que prácticamente los más importantes
eran los clásicos griegos y los libros del Siglo de Oro español. Además
hacía una especie de examen, preguntas para saber si los leía. Desde
luego que prácticamente todos los leí.
Una de las aficiones que El Búho tenía,
era la novela negra y él me introdujo en ese mundo maravilloso de la
investigación científica, policíaca y además de creación literaria
profunda. Por él conocí a Dasher Hammer, a Raymond
Charver, etcétera, y la verdad, hasta la fecha, sigue siendo uno de los
hábitos que conservé y eso se lo debo, sin duda, a Eduardo Valle.
Y
ustedes dirán: bueno, ¿y eso qué tiene que ver con un homenaje? Pues
para mí, es un homenaje, un agradecimiento a una persona que sin tener
un contacto muy grande, profundo, como la tuvo seguramente con otros,
tan sólo ese roce de relación que tuvimos, para mí fue muy importante,
porque fue en una edad en donde uno lo que requiere es información,
formación, y creo que gracias a esto, El Búho me ayudó a cimentar muchas otras ideas que rondaban por mi cabeza y que se fortalecieron por ello.
Pero
creo que en este momento, es también propicio este homenaje porque lo
que sucedió en los últimos días con los jóvenes, tanto de las
universidades privadas como las públicas, las movilizaciones que se
llevaron a cabo los últimos días, nos hablan de lo necesario, de lo
indispensable que es que los jóvenes participen en la vida política del
país.
Lo
que sucedió el sábado y el domingo, muchos dirían que una no tiene que
ver con la otra, pero ambas tienen una directa relación con el uso de
las redes sociales que impactan, que motivan y que informan.
Creo
que en el fondo lo que existe, es un hartazgo de los jóvenes. Hay
quienes califican de una u otra manera estas movilizaciones, pero me
parece, y recordando un poco a El Búho, estas manifestaciones no
son otra cosa que el hartazgo que hay de la sociedad en general, pero
particularmente de los jóvenes, de la ausencia de oportunidades y de
viabilidad en muchos sentidos de la política.
Sostengo
que el sistema político priísta tiene una vitalidad tal que impidió que
tanto el Partido Acción Nacional como el PRD, transformaran este
sistema y tan es así que incluso convirtió a esos dos partidos en algo
muy similar al PRI y aunque ahora podemos ver que hay diferencias, la
verdad es que es tan sorprendente que ahora tenemos un PRI tricolor,
como acostumbramos, pero también tenemos un PRI amarillo y un PRI azul,
porque muchas de las acciones autoritarias, antidemocráticas, etcétera,
que combatió El Búho en el 68 y en el movimiento estudiantil, ahora están claramente presentes en prácticamente todos los partidos.
Eso, obviamente no puede dejarse de lado, por eso creo que el mejor homenaje que podríamos hacerle a El Búho, sería
retomar esa rebeldía, esa acción política como individuos y como
colectividad para seguir pugnando por cambiar las cosas, porque como
decía otro ex pemetista que también ya murió, el ingeniero Heberto
Castillo, “cuando las cosas salen mal --decía él refiriéndose a los
edificios-- hay que tirarlos y volver a construir otros”.
Creo
que habría que pensar si no es necesario reconocer que lo que se ha
construido no funciona y ver la posibilidad, si es necesario, de
construir un nuevo organismo, un nuevo órgano político, un nuevo
partido, una nueva organización que nos permita realmente iniciar la
transformación.
El
desperdicio del tiempo, de oportunidades que tuvo particularmente el
PRD, está claramente reconocido por lo que tenemos y aquellos que creen
que la sociedad no castiga, veamos simplemente cómo en muchísimos
lugares la gente le da la espalda al partido, lo mismo que ha hecho con
Acción Nacional y que creo, nos debe llevar a la reflexión de que, o
mejoramos muchas cosas, o hacemos cosas nuevas, pero no podemos seguir
en las mismas circunstancias.
Creo
que ese sería uno de los mejores homenajes que podríamos hacerle a un
personaje como Eduardo Valle y además quiero decirlo, y en
reconocimiento a su visión política, creo que fue uno de los primeros,
sino es que el primero, que públicamente demostró que izquierda y
democracia no son excluyentes; que los derechos políticos están
perfectamente vinculados con los derechos económicos y que no hay
contradicción entre ellos y mucho menos para una organización.
Eso
lo dijo en 1983, en una revista ya desaparecida, cuando le pidieron su
opinión sobre un libro que sacó Enrique Krauze que se llama “Por una
democracia sin adjetivos”, y dieron su opinión varios de la izquierda, y
Eduardo ahí plasmó por primera vez que socialismo y democracia no son
contradictorios y que entre derechos políticos y lucha por el cambio de
la vida, en términos económicos de la gente, no hay contradicción alguna
y fue el primero que manejó, entre otros, la combinación entre el
socialismo y el liberalismo, refiriéndose a los derechos políticos y a
la visión democrática de una sociedad.
Creo
que no es cosa menor. Ahora esos términos incluso se han desgastado
pero es indudable que esa visión es una visión que también deberíamos
recuperar y reconocer que el abandono de las preocupaciones sociales del
PRD, particularmente y profundamente del abandono de las ideas y
carácter democrático del partido, son las que han llevado que este
partido esté en las condiciones en que se encuentra.
Creo
que tenemos mucho que hacer. Espero que nos volvamos a encontrar, no
solamente en los homenajes, sino en el trabajo político, porque creo que
como a nosotros también nos convence que es mejor hacer que decir, como
decía José Martí.
Les agradezco mucho, también a José Luis la invitación y espero que nos volvamos a encontrar muy pronto en otras actividades.
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