lunes, 21 de mayo de 2012

Retomar la rebeldía como acción política individual y colectiva para cambiar las cosas, el mejor homenaje a el búho: Rosendo Marín

INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO DEL PRD FELICIANO ROSENDO MARÍN DÍAZ, EN EL HOMENAJE A EDUARDO VALLE, EL BÚHO.

Buenos días a todas, a todos.

Primero, agradezco a José Luis (Hernández Jiménez) que haya pensado en mí para formular y construir este homenaje.

Particularmente, le tengo, le tuve un particular aprecio a Eduardo Valle por dos o tres asuntos que me pasaron muy joven. Me afilié al Partido Mexicano de los Trabajadores a los 16 años y para afiliarse al partido, se requería la cédula de afiliación, yo tenía 16, no me iban a dar mi cédula, así que fui al comité estatal del DF, él era presidente, en ese entonces, del PMT en el DF y así como era, le dijo a la compañera que hacía funciones de secretaria, que me afiliara y que yo tenía los derechos de cualquier militante.

Me acuerdo también del número de mi credencial: 7272. A partir de ahí, formalmente, porque antes lo hacía, pero sin reconocimiento alguno, fui miembro del Partido Mexicano de los Trabajadores.

Otra de las cuestiones por las que yo le tengo un agradecimiento profundo, y aún más que lo de la afiliación, es la que se refiere, a que, bueno, el partido se metía en 20 embrollos. Alguna vez se les ocurrió comprar una librería, allá por el sur de la ciudad. El partido se aventó a la aventura, y entre otros de los que mandaron a ver ese asunto, fue a mí.

Era un perfecto fiasco esa librería, nunca funcionó, pero era una librería que tenía verdaderas joyas literarias y libros extraordinarios y El Búho se pasaba todas las mañanas, durante la existencia de esa librería, por ahí.

En esas pláticas, a fuerza de estarle insistiendo, de estarle señalando, pidiéndole, me hizo una lista de libros que tenía que leer obligadamente. Recuerdo muy bien que prácticamente los más importantes eran los clásicos griegos y los libros del Siglo de Oro español. Además hacía una especie de examen, preguntas para saber si los leía. Desde luego que prácticamente todos los leí.

Una de las aficiones que El Búho tenía, era la novela negra y él me introdujo en ese mundo maravilloso de la investigación científica, policíaca y además de creación literaria profunda. Por él conocí a Dasher Hammer, a Raymond Charver, etcétera, y la verdad, hasta la fecha, sigue siendo uno de los hábitos que conservé y eso se lo debo, sin duda, a Eduardo Valle.

Y ustedes dirán: bueno, ¿y eso qué tiene que ver con un homenaje? Pues para mí, es un homenaje, un agradecimiento a una persona que sin tener un contacto muy grande, profundo, como la tuvo seguramente con otros, tan sólo ese roce de relación que tuvimos, para mí fue muy importante, porque fue en una edad en donde uno lo que requiere es información, formación, y creo que gracias a esto, El Búho  me ayudó a cimentar muchas otras ideas que rondaban por mi cabeza y que se fortalecieron por ello.

Pero creo que en este momento, es también propicio este homenaje porque lo que sucedió en los últimos días con los jóvenes, tanto de las universidades privadas como las públicas, las movilizaciones que se llevaron a cabo los últimos días, nos hablan de lo necesario, de lo indispensable que es que los jóvenes participen en la vida política del país.

Lo que sucedió el sábado y el domingo, muchos dirían que una no tiene que ver con la otra, pero ambas tienen una directa relación con el uso de las redes sociales que impactan, que motivan y que informan.

Creo que en el fondo lo que existe, es un hartazgo de los jóvenes. Hay quienes califican de una u otra manera estas movilizaciones, pero me parece, y recordando un poco a El Búho, estas manifestaciones no son otra cosa que el hartazgo que hay de la sociedad en general, pero particularmente de los jóvenes, de la ausencia de oportunidades y de viabilidad en muchos sentidos de la política.

Sostengo que el sistema político priísta tiene una vitalidad tal que impidió que tanto el Partido Acción Nacional como el PRD, transformaran este sistema y tan es así que incluso convirtió a esos dos partidos en algo muy similar al PRI y aunque ahora podemos ver que hay diferencias, la verdad es que es tan sorprendente que ahora tenemos un PRI tricolor, como acostumbramos, pero también tenemos un PRI amarillo y un PRI azul, porque muchas de las acciones autoritarias, antidemocráticas, etcétera, que combatió El Búho  en el 68 y en el movimiento estudiantil, ahora están claramente presentes en prácticamente todos los partidos.

Eso, obviamente no puede dejarse de lado, por eso creo que el mejor homenaje que podríamos hacerle a El Búho, sería retomar esa rebeldía, esa acción política como individuos y como colectividad para seguir pugnando por cambiar las cosas, porque como decía otro ex pemetista que también ya murió, el ingeniero Heberto Castillo, “cuando las cosas salen mal --decía él refiriéndose a los edificios-- hay que tirarlos y volver a construir otros”.

Creo que habría que pensar si no es necesario reconocer que lo que se ha construido no funciona y ver la posibilidad, si es necesario, de construir un nuevo organismo, un nuevo órgano político, un nuevo partido, una nueva organización que nos permita realmente iniciar la transformación.

El desperdicio del tiempo, de oportunidades que tuvo particularmente el PRD, está claramente reconocido por lo que tenemos y aquellos que creen que la sociedad no castiga, veamos simplemente cómo en muchísimos lugares la gente le da la espalda al partido, lo mismo que ha hecho con Acción Nacional y que creo, nos debe llevar a la reflexión de que, o mejoramos muchas cosas, o hacemos cosas nuevas, pero no podemos seguir en las mismas circunstancias.

Creo que ese sería uno de los mejores homenajes que podríamos hacerle a un personaje como Eduardo Valle y además quiero decirlo, y en reconocimiento a su visión política, creo que fue uno de los primeros, sino es que el primero, que públicamente demostró que izquierda y democracia no son excluyentes; que los derechos políticos están perfectamente vinculados con los derechos económicos y que no hay contradicción entre ellos y mucho menos para una organización.

Eso lo dijo en 1983, en una revista ya desaparecida, cuando le pidieron su opinión sobre un libro que sacó Enrique Krauze que se llama “Por una democracia sin adjetivos”, y dieron su opinión varios de la izquierda, y Eduardo ahí plasmó por primera vez que socialismo y democracia no son contradictorios y que entre derechos políticos y lucha por el cambio de la vida, en términos económicos de la gente, no hay contradicción alguna y fue el primero que manejó, entre otros, la combinación entre el socialismo y el liberalismo, refiriéndose a los derechos políticos y a la visión democrática de una sociedad.

Creo que no es cosa menor. Ahora esos términos incluso se han desgastado pero es indudable que esa visión es una visión que también deberíamos recuperar y reconocer que el abandono de las preocupaciones sociales del PRD, particularmente y profundamente del abandono de las ideas y carácter democrático del partido, son las que han llevado que este partido esté en las condiciones en que se encuentra.

Creo que tenemos mucho que hacer. Espero que nos volvamos a encontrar, no solamente en los homenajes, sino en el trabajo político, porque creo que como a nosotros también nos convence que es mejor hacer que decir, como decía José Martí.

Les agradezco mucho, también a José Luis la invitación y espero que nos volvamos a encontrar muy pronto en otras actividades.

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