Palacio Legislativo, 15 de marzo de 2012
El Grupo Parlamentario del PRD desde luego que está a favor del dictamen que hoy se presenta en lo general. Sabemos que todas y todos aquí estamos a favor de él, es una propuesta que genera gran consenso. Y por ello es una lástima que siendo un tema tan noble se pervierta por presiones electoreras.
Por qué hacer que se suba hoy un dictamen que todavía no estaba preparado, que aún tiene fallas. Y un tema tan noble, que suma los mejores ánimos, puede libarse de ser rehén de los intereses electoreros, de políticas perversas.
Estamos a favor de este dictamen porque el país sufre en este tema una de sus peores asignaturas. Estamos a favor porque Calderón jamás cumplió en los cinco años que lleva de gobierno el mandato de hacer un diagnóstico de trata que permitiera darle solución a este problema.
Porque Calderón, el PAN –y el gobierno federal–, jamás estableció políticas de prevención, porque no hubo tal protección a las víctimas; porque el esquema de Calderón para combatir este tema sigue siendo el jugar a las guerritas contra la delincuencia organizada, hasta ahí le da la imaginación y hasta ahí le da el compromiso.
De ahí la necesidad de entrar a fondo a la revisión de este tema, de establecer normas que realmente rescaten a las víctimas que hoy son abandonadas después de que son atrapados los delincuentes. Liberan a las víctimas y las sueltan a su casa, sin apoyo psicológico, sin recursos económicos. Ha sido incapaz de establecer en los 32 estados de la república casas de protección y de resguardo para las víctimas.
Éste es un tema que es visto por la derecha, por Calderón y algunos panistas, en esa manera que tienen de hacer política como clásicas damas de beneficencia, siendo buenas pero con prudencia; como dice la duquesa de Falsec: “Hacer el bien mirando bien a quién”.
Hay políticos que ven justamente a las tratadas como a los pobres, con ese desdén en el que madrugan porque saben que los pobres a misa de once irán y con la gente no se confundirán. Ésa es la manera en la que hacen política pública con los recursos de todos nosotros para la atención a las víctimas, quienes hoy están a cargo de los recursos del Estado.
Nos tardamos en la ley, sí, porque éste no es un tema de fotos y de medallistas. No es un tema que se resuelva con exhibir a las víctimas y pasar en autoflagelo y la penitencia por todo el país. Éste es un tema para el que había que arrastrar el lápiz. Éste es un tema que no se resuelve con llamados en tono de voz de Teresa de Calcuta; se resuelve trabajando a fondo, analizando con prudencia cada uno de los impactos que tiene.
Este dictamen con todo y sus fallas es un esfuerzo colectivo de diputadas y diputados, que mientras la una andaba en gira, trabajamos seriamente en lograr un dictamen muy distinto a la iniciativa que se presume, como la de origen.
Nos tardamos, sí. Debimos tardarnos un poco más para mejorarla, porque tenemos de dos de elegir. ¿Porque es un tema –ustedes decidirán- que tiene una maternidad colectiva y por ello implicó un sobreesfuerzo, o porque tuvo mala madre de origen? Y los que la rescatamos tuvimos que cargar con esa mala madre y con el análisis parlamentario en medio del carnaval electorero en el que se usó a las víctimas y se sacó recursos para organizaciones en beneficio específico de la derecha.
Qué bueno que hoy estamos dando este paso para establecer candados contra quienes usan a las víctimas de trata para candidatearse a puestos de elección. Muchas gracias.
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